Un estudio del American Enterprise Institute demuestra que vivir cerca de espacios públicos (bibliotecas, parques, teatros) y comerciales orientados a la comunidad trae una serie de beneficios sociales, como el aumento de la confianza, la disminución de la soledad y un mayor sentido de apego al lugar donde vivimos.
Incluso después de tener en cuenta la clase social, la educación, el género y la raza de un individuo, el acceso a los servicios públicos produce sentimientos de satisfacción con la comunidad, confianza social y menor aislamiento social.