
El más famoso incunable, la Biblia de 42 líneas, como es también conocida, fue impresa por Johannes Gutenberg en Maguncia (Alemania), en el siglo XV. El nombre de 42 líneas se refiere al número de líneas impresas en cada página, fue concebida para que se asemejara lo más posible a un manuscrito, el códice de aquella época: no llevaba números de página, ni páginas de títulos u otros rasgos característicos de los libros modernos. Y la Universidad de Sevilla conserva un ejemplar del libro más valioso de todos los tiempos, el primero que fue impreso en la imprenta de tipos móviles. Si quieres disfrutar de ella, visita este enlace del Harry Ransom Center, Universidad de Texas.