El periodista David Tejera conoció una vez en la ciudad india de Jaipur a uno de esos personajes insólitos que la vida regala a un escritor, a uno de esos hombres singulares que se instalan en la imaginación del autor y pujan desde allí por convertirse en materia literaria. Aquel extraño era un traficante de piedras preciosas holandés con el que Tejera apenas coincidió un día, pero fascinado por sus métodos de trabajo y su extravagante profesión decidió «inventarle una vida» y articular desde esa figura «Seis peces azules», la ficción con la que el presentador ganó ayer el XLIV Premio Ateneo de Novela.
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Tejera eligió como punto de partida a un aventurero que escapa de la rutina en escenarios diversos como la India, Rusia o Angola, pero por las páginas de Seis peces azules también desfilan otros personajes «que viven historias del día a día menos intensas» y con los que el narrador quiere demostrar que «todos, aunque no vivamos a salto de mata, tenemos la posibilidad de sonreír al final del día». La obra se revela así como «un pequeño homenaje a los que se juegan el pellejo por perseguir la felicidad», a quienes «disfrutan de las pequeñas cosas. La novela lanza un mensaje para hacernos pensar, habla de valorar lo que tenemos cerca, al alcance de la mano», asegura el escritor.
Entretanto, el jurado del XVII Premio Ateneo Joven concedió el galardón a Fernando Otero (Sevilla, 1978) por «Donde la muerte te encuentre», una intriga sobre el asesinato del Che Guevara que ofrece una visión diferente del guerrillero. «Creo que lo que nos define a los seres humanos es aquello que no se conoce», sostiene el autor. Para perfilar a su héroe, «un romántico que dejó su vida acomodada para luchar por lo que creía justo», y para investigar un episodio, el de su asesinato, rodeado de «suspicacias, teorías», el sevillano ha investigado a fondo la bibliografía sobre este revolucionario que ha quedado como uno de los iconos del siglo XX.

