La pintura impresionista nace a partir de la segunda mitad del siglo XIX y quiere, a grandes rasgos, plasmar la luz y el instante, sin importar demasiado la identidad de aquello que la proyecta. Este movimiento pictórico se caracterizó por el uso de colores puros sin mezclar, por el hecho de no ocultar la pincelada, y por supuesto, por darle protagonismo a la luz y el color. Todo esto lo comprobaremos, entenderemos y visualizaremos gracias a la conferencia de nuestra ponente Ángeles López.
- Destinatarios: Público Adulto
- Horario: 18:30 h
- Inscripciones: Contactar con la biblioteca
- Tipología: Conferencia