… Y a la espera llegóse una avalancha
de coraje y de furia y de destino…
Los sueños se tomaban la revancha.
Y el gigante luchó contra el destino,
desarbolando sueños y cordura…
Y el colmo de los colmos: la locura
al gigante lo convirtió en molino.
No sólo son sonetos, aunque estos sean la mayoría. Hay también algún romance y algún terceto encadenado. Juan Francisco Peña y Manuel Vegas Asín conocen a la perfección los metros clásicos, de manera que hubiesen podido ampliar sus glosas cervantinas a todo el muestrario estrófico de la lengua castellana. Pero han pref